abril 13 2023

De regreso al pasado

Cuatro homicidios en 24 horas en El Carmen de Viboral. Joven de 13 años asesinada de un disparo en la cabeza en Gómez Plata. Doble homicidio en San Vicente. Un hombre asesinado en Andes. Ya son 100 los homicidios en Medellín en lo corrido del año. Un artefacto explosivo fue activado en Itagüí. Y la lista, tristemente, sigue y sigue y sigue…
Leo esas noticias y me da la impresión de estar viviendo nuevamente en el gobierno de Andrés Pastrana. ¿Recuerdan? Vivíamos con miedo, con zozobra. De un momento a otro nos enterábamos de una tragedia, de una población destruida, policías asesinados y éramos testigos de la inacción del Estado y de la incompetencia del gobernante de turno.
El deterioro de la seguridad y de la percepción que los ciudadanos tenemos de ella es innegable. Las luchas por el control del territorio, el microtráfico, la intolerancia y una perdida total del respeto a la vida se apoderaron del día a día. Los colombianos volvemos a estar bajo el yugo del terror. Retrocedimos.
Y el panorama es oscuro si seguimos en la línea que la tibieza nos ha trazado. Los criminales se han envalentonado y retan al Estado mientras las víctimas crecen. ¿Para cuándo una respuesta contundente y que brinde tranquilidad a los ciudadanos? Es necesario que se tomen medidas más contundentes y efectivas para enfrentar este flagelo que nos azota gravemente. La seguridad ciudadana es un derecho fundamental y es responsabilidad del gobierno garantizarla.
Duele mucho la situación. Duele caminar el departamento y conversar con los antioqueños cuando en sus rostros se evidencia la tristeza y el miedo. No es justo que don Pedro en Andes, doña Rocío en Caucasia y Carlos, Andrés, Margarita, Rebeca y millones de personas más en cada rincón de Antioquia sigan siendo testigos de una violencia absurda, que se ha perpetuado y enquistado en nuestro diario vivir. No es justo y esto debemos pararlo ya. Necesitamos pararlo ya. Exigimos pararlo ya.
En Antioquia requerimos fortalecer la presencia de la fuerza pública y que esto vaya de la mano en el aumento de la inversión en programas de prevención del delito. Además, se deben implementar políticas de inclusión social para las comunidades más marginadas y afectadas por la violencia.
Además, es fundamental que se trabaje en la desarticulación de las estructuras criminales y se fortalezcan los procesos de investigación y judicialización de los delincuentes. Solo así se podrá recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones. Por cierto, desde aquí hago un llamado el gobierno de Presidente Petro para que se decida de una vez por todas: o combate la delincuencia con contundencia o los incluye a todos en su proyecto de paz total para que nadie tenga excusas. Recuerde que se gobierna para todos y no solo para quienes comulgan con sus ideas.
Finalmente, como sociedad debemos involucrarnos y luchar contra la violencia y el crimen. Debemos fomentar la cultura de la denuncia, la cooperación ciudadana y la solidaridad.